En 2019 se fundó el Sporting Club La Garrovilla con María José Soltero como presidenta del equipo. Después de más de veinte años sin fútbol senior en la localidad pacense, comenzó un proyecto ilusionante que en solo cinco años ha llevado al equipo a pelear por ascender a Tercera Federación quedando campeones de liga la pasada temporada en el grupo IV de Primera División Extremeña. Y esto debido en gran parte al éxito en el modelo que lleva María José con el club, una presidenta para todo que se entrega en cuerpo y alma a su equipo y jugadores.
Pasar un día de partido con ella significa estar prácticamente en todos sitios durante el encuentro. Es una presidenta a la que le gusta estar presente y ayudar en todo lo que puede a trabajadores, cuerpo técnico y plantilla. Desde vender entradas y papeletas a los aficionados, pasando por hacerles dedicatorias personalizadas a cada jugador para motivarles o ponerse detrás de los fuegos para preparar la panceta y los bocadillos del descanso.
Y no es lo único en lo que está presente. Entre semana va a todos los entrenamientos, recoge la ropa de los jugadores y la lava personalmente para que esté preparada para los siguientes entrenos. Además se encarga de llevar a jugadores a la mutua o a la federación para ahorrarles el máximo gasto posible. Una presidenta que bien podría ser una madre para el equipo, que tiene un modelo de llevar el club muy familiar y que está dando sus frutos. En solo cinco años han logrado algo que parecía imposible que pasase en La Garrovilla, por eso todo el pueblo pide que siga estando al frente de la entidad. Quién hasta donde pueden llegar en los próximos años, lo que está claro es que el modelo familiar funciona en el fútbol.