Una broma. Eso fue lo que pensaron las jugadoras del CDC San José femenino cuando el cuerpo técnico les comentó que iban a jugar en Segunda División la próxima temporada. Hace justo un mes se quedaron a las puertas del ascenso a la categoría de plata tras caer ante el Albacete. Sin embargo, este pasado jueves el club recibió la llamada de la Federación para comunicarles que había quedado una vacante libre en la categoría y que, dicho hueco, les pertenecía al tener el mejor coeficiente.
El club no se lo pensó. Inmediatamente dijo que sí a jugar en categoría nacional en la 2023-24. De hecho, ya habían manifestado a la Federación su intención de acceder a una plaza si quedaba alguna libre. "Es el premio a todo el esfuerzo de la temporada. Hemos ganado todos los partidos, salvo la ida del playoff", afirma Agustín Márquez, presidente del club.
Al máximo mandatario del conjunto cacereño se le dibuja una sonrisa en la cara cuando escucha eso de "Segunda División". Y no es para menos. Cáceres jamás había tenido un equipo de fútbol sala femenino en categoría nacional.
El reto va a ser tan difícil como ilusionante. "El cuerpo técnico está renovado y las jugadoras también. Vamos a mantener el mismo bloque y le añadiremos algún fichaje porque el salto de nivel es enorme", explica.
La experiencia obtenida durante una campaña en Segunda B con el equipo masculino y en División de Honor con el juvenil, les va a servir de mucha ayuda para planificar la próxima temporada. Tanto en la pista como en los despachos. A ilusión y ganas, no habrá muchos equipos que le superen.