¿Cuántas veces hemos escuchado a Chabeli decir que tiene hambre? Han sido tantas que hoy la acompañamos al bar de José, donde desayuna todos los días con su madre y Antonio. Vemos cómo les va a los Mellis repartiendo las tuberías por su finca. Mientras Antonio conduce el tractor, Manuel deja caer un tubo por cada fila de olivo, pero la tarea se le va de las manos. Llegamos a Don Benito y pillamos a nuestro cabrero haciendo la manicura a las cabras más pequeñas que no pisan bien. Una tarea nada sencilla que requiere paciencia y concentración. Dos nuevas mellizas casi idénticas han nacido en Valencia del Ventoso. Y otra de las ovejas de Vero también acaba de parir, pero necesita su ayuda para ordeñarla y descargar sus ubres. Nuestras hermanas de Valrío cuentan con una nueva mascota, Lulú, una borreguita que nació con menos de 500 gramos y que ellas mismas tuvieron que criar. Sin embargo, de momento no parece querer aprender el oficio porque prefiere echarse una siesta.

¿Quién no conoce el juego de la petanca? Pues en Palomas nos hemos encontrado algún vecino que hoy lo practica por primera vez. Pero en este pueblo cuentan con una ayuda especial, Blas, también conocido como “Blaxter”, es campeón de Extremadura, y ahora también profesor de este grupo.

El talento joven extremeño está fuera de toda duda y un ejemplo de ello son estas chicas que visitamos hoy en Castuera. Una pasión por la danza y el ballet que les ha llevado a competir a nivel nacional gracias a su profesora María, bailarina profesional.

Estamos en 2024 y nuestra cerámica sigue recorriendo el mundo, quizá hoy más que nunca, gracias a profesionales como Juan José Pajares, que llevan toda la vida tras el torno. Objetos que sirven también para el día a día y que aunque se venden en tiendas muy conocidas, siguen despertando recuerdos de la infancia.

Verónica es la dinamizadora de esta residencia de Riolobos, y también una gran creadora de bebés reborn. Unos muñecos tan realistas que han conseguido transmitir la sensación de volver a tener en sus manos bebés de verdad a estos mayores del pueblo. Y la verdad es que su reacción pone los pelos de punta.