Con permiso del ascenso a Segunda de 1991 en Pamplona tras anotar Ricardo Sanz un penalti en el último minuto, el ascenso más agónico en la historia del fútbol de Mérida se produjo la 18-19.
El actual Mérida AD ascendió a Segunda B tras una angustiosa tanda de dieciocho penaltis, nueve de cada equipo, ante el Socuéllamos.
Alex Jiménez transformó el penalti definitivo. Hemos hablado con él en 'Memorias en verde, blanco y negro'.