Ante la oleada de robos que se está viviendo en El Junquillo, los vecinos tienen miedo y se quieren organizar para patrullar el barrio ellos mismos. El último intento de robo ha sido en un establecimiento que solo lleva tres días abierto. Estos piden más presencia policial en el barrio ante la inseguridad que están sintiendo estos días.

Para ello, han desplegado un montaje excepcional de luz y sonido, en el que también habrá zona de comida, food trucks, zona de descanso e incluso zona de botellón dentro de la misma. Además, se celebrará una barrilada de 18:00 a 21:00 horas. En definitiva, todo preparado para un ambientazo del que podremos disfrutar en directo.

Piezas de gran valor en su interior, todo lujo de detalles y tapas y una gastronomía muy extremeña. Este restaurante parecía maldito. “Encontraron restos romanos al iniciar las obras y tuvimos que estar sin abrir, después llegó la pandemia… no había forma de abrir”, cuenta Francisco, uno de los trabajadores. “La verdad que parecía que el día no iba a llegar nunca, porque parecía que pronto aparecería otro problema y no podríamos abrir… pero ya estamos aquí”, señala.

Un proyecto impulsado por el Colegio de Fisioterapeutas de Badajoz realiza un estudio pionero sobre la condición física de 60 costaleros. Con él, se pretende detectar sus características comunes, como movilidad corporal, activación muscular, conciencia corporal y ponerles solución. El gimnasio Viejo Vivero de Badajoz ha acogido este proyecto. “Hemos transformado el gimnasio en un laboratorio para valorar cómo les afecta cargar con los pasos de Semana Santa”, comenta Luis, responsable del proyecto.

Santa María Egipcia o María de Egipto fue una asceta que se retiró al desierto tras una vida de prostitución. Es venerada como patrona de las mujeres penitentes, muy especialmente en la Iglesia copta, pero también en las Iglesia católica, ortodoxa y anglicana.

Vivió 47 años en el desierto, al otro lado del río Jordan y su pelo, fue su manto durante años y con el que tapaba su cuerpo desnudo.

Estos agricultores jubilados, se disfrazaron de tuna en unos carnavales y encontraron su pasión. Llevan más de 15 años paseando sus capas por Tierra de Barros y tras dos años de parón. ¡Vuelven a la carga la ‘Tuna campesina de Retamar’!