Extremadura ha contado siempre con grandes nombres dentro del flamenco. Nuestros entrevistados nos cuentan como desde que Porrina de Badajoz puso un pie en Madrid, el flamenco extremeño se dio a conocer y tomó auge. Ahora son muchos los nombres que mantienen esa llama.

Celeste Montes es una joven cantaora extremeña. Emparentada con artistas como la Marelu, Celeste ha escuchado hablar a sus mayores del flamenco, de la convivencia, de las familias, del cante y como no de sus tangos. Ahora los interpreta de una forma personal, como los ha escuchado en casa, desde que era una niña.

El joven cantaor, Manuel Pajares, es todo un referente ya del flamenco en Extremadura. Con su personalidad y conocimientos, recrea los cantes de forma especial, llegando a lo más hondo de quien lo escucha. Aquí juega con las letras y los ritmos del jaleo.

Paulo Molina nos canta los jaleos como siempre los ha escuchado en su familia. Como se cantaban en las ferias de ganado, en los pedimentos, en las bodas. Un forma de cantar que se lleva en la sangre.

Extremadura cuenta con una importante presencia en el mundo del flamenco. No sólo por la importante nómina de artistas que ha tenido a lo largo de su historia, desde Enrique El Cojo, Porrina de Badajoz, Indio Gitano, Ramón el Portugués... y tantos y tantos flamencos que han aportado mucho a esta concepción artística.

Pero Extremadura tiene nombre propio en el mundo del flamenco gracias a dos estilos creados en la tierra, dos 'palos' extremeños reconocidos en la historia jonda: los jaleos y los tangos extremeños. Ambos se han cantado siempre en nuestra tierra y se han llevado fuera de nuestras fronteras. Las fiestas tras las ferias ganaderas de Mérida, Zafra, Villafranca... sonaban al compás de los bastones, los jaleos.

Por su parte, los tangos extremeños nacieron por su forma de cantar y el deje de su voz, siendo la Plaza Alta, base importante de este palo.En este documental, artistas y estudiosos de este arte nos descubren el tesoro que aporta nuestra tierra al mundo del flamenco, mostrando la riqueza de nuestros cantes autóctonos y de los estilos personales. Y todo porque Extremadura es flamenca.

Extremadura cuenta con una importante presencia en el mundo del flamenco. No sólo por la importante nómina de artistas que ha tenido a lo largo de su historia, desde Enrique El Cojo, Porrina de Badajoz, Indio Gitano, Ramón el Portugués... y tantos y tantos flamencos que han aportado mucho a esta concepción artística.

Pero Extremadura tiene nombre propio en el mundo del flamenco gracias a dos estilos creados en la tierra, dos 'palos' extremeños reconocidos en la historia jonda: los jaleos y los tangos extremeños. Ambos se han cantado siempre en nuestra tierra y se han llevado fuera de nuestras fronteras. Las fiestas tras las ferias ganaderas de Mérida, Zafra, Villafranca... sonaban al compás de los bastones, los jaleos.

Por su parte, los tangos extremeños nacieron por su forma de cantar y el deje de su voz, siendo la Plaza Alta, base importante de este palo.En este documental, artistas y estudiosos de este arte nos descubren el tesoro que aporta nuestra tierra al mundo del flamenco, mostrando la riqueza de nuestros cantes autóctonos y de los estilos personales. Y todo porque Extremadura es flamenca.

Conocemos personajes entrañables, disparatados y divertidos que tienen algo en común: viven puerta con puerta.

Candi mantiene viva una tradición que le viene de sus abuelos. Clientes de toda la región vienen a desayunar sus churros y tostadas. Cristina se unió al negocio familiar por amor a la hostelería. Su deseo es que su hijo se convierta en la quinta generación.