Descubrimos la Reserva de la Biosfera Tajo-Tello Internacional. Navegamos en kayak, realizamos una ruta senderista por La Raya siguiendo la huella del contrabando. Para descansar, elegimos un alojamiento con un fantástico jardín fruto del trabajo y el tiempo y saboreamos un conejo de monte en salsa. Y concluimos con un paseo por la Charca de Brozas para entender mejor la trashumancia.
Por el momento conducimos los 45 kilómetros que nos separan de un antiguo convento del siglo XIV.
Un lugar especial, pues fue donde San Pedro de Alcántara tomó los hábitos, situado en el caserío de San Pedro de los Majarretes (Valencia de Alcántara), y que en la actualidad es la Hospedería El Convento, un sencillo restaurante donde nos espera Quini Silva para prepararnos un suculento plato: concejo de monte en salsa.
Esta propuesta sirve como ejemplo de la cocina sencilla y tradicional de este restaurante que hace cuarenta y un años heredó el marido de Quini, comenzando juntos esta aventura.
Destino: Brozas.
Situado en la llamadas "Tierras de Alcántara", declarado Conjunto Histórico Artístico desde 2015 y siempre merece una visita.
En nuestro viaje nos vamos a centrar en la naturaleza que lo envuelve, paseando por los alrededores de su Charca, una laguna donde podremos observar diversas aves y junto a la cual encontramos múltiples recursos etnográficos. Un entorno maravilloso con un importante valor cultural y ambiental.
De todas la actividades que podemos realizar, optamos por un paseo que intenta reflejar cómo era la ruta trashumante apoyándose en distintos elementos que nos ayudarán a conocerla a fondo.
Nos encontraremos con la lagareta, un elemento rupestre que se supone anterior a la llegada de los romanos a la zona.
Esta excursión nos brinda también la oportunidad de charlar y conocer a quienes aún realizan la importante labor del pastoreo.
Visitamos Brozas, declarado Conjunto Histórico Artístico desde 2015 y que siempre merece una visita por la naturaleza que lo envuelve, sus charcas y alrededores, y por su laguna en la que podemos observar diversas aves y un conjunto de recursos etnográficos.
Un entorno maravilloso con un importante valor cultural y ambiental donde nos esperan Isidro y Fernando, que nos harán un recorrido que refleja cómo era la ruta trashumante.
Nos dirigimos a El Pino, el más antiguo de los caseríos de la campiña, ubicado entre los pinares de Sierra Fría y la Sierra de la Peña y que fue agregado a Valencia de Alcántara en 1861.
Nuestros amigos de Aventurex nos han organizado una actividad que nos permitirá caminar y conocer estos bellos paisajes. Se trata de la Ruta del Contrabando.
Pero más allá del paisaje, para los nacidos en esta tierra, esta ruta tiene un significado que los conecta a sus raíces.
El Océano Atlántico, a tan sólo 100 kilómetros en línea recta, influye en la vegetación de estos senderos hispano lusos por los que ha transcurrido este día de senderismo que tanto ha gustado a los participantes.
Sin duda, una experiencia donde naturaleza, deporte e historia vuelven a unirse en nuestro viaje.
Situado a 10 km de la villa histórica de Valencia de Alcántara y a 2 km de la frontera portuguesa, nos hospedamos en Puerto Roque, un alojamiento rural ubicado en el centro de la campiña, concretamente en el paraje natural de Puerto Roque.
Un jardín de flores, pinos, castaños, olivos y robles supone gran parte del encanto de este alojamiento.
La decoración de las casas está llena de detalles: juguetes de antaño, radios, platos, muebles antiguos y objetos rescatados del olvido.
Entre sus apartamentos encontramos un antiguo secadero de castañas que aún conserva sus muros de piedra y el techo de vigas de madera. Un espacio pensado para el descanso, la desconexión y un tranquilo diálogo con la naturaleza.