Más de 20.000 personas conforman la comunidad islámica en Extremadura. Desde hace 21 años, llevan pidiendo una parcela exclusiva en el cementerio municipal para poder enterrar por el rito musulmán a sus familiares aquí en Extremadura. Ahora mismo tienen que repatriar a sus difuntos o enterrarlos en otras comunidades. Defienden que las distintas convicciones tienen que ser compatibles con los principios que regulan la convivencia en la Constitución Española y, según el Ayuntamiento, no lo es.
Opiniones confrontadas por la 'exclusividad'
La comunidad islámica se agarra a Ley de 1992 por la que se aprobó el Acuerdo de Cooperación del Estado con la Comisión Islámica de España. Incluso firmaron en 2019 un acuerdo con la Consejería de Sanidad de la Junta de Extremadura por el que se les reconoce el derecho legítimo de las comunidades musulmanas a tener una parcela para el enterramiento según el rito islámico en el cementerio municipal, pero el problema ahora, según el consistorio local, es la exclusividad que piden.
El Ayuntamiento insiste en defender que el consistorio no va a facilitar un espacio exclusivo en el cementerio para los enterramientos islámicos porque argumenta que las distintas convicciones tienen que ser compatibles con los principios que regulan la convivencia en la Constitución Española y un espacio reservado solo para los enterramientos islámicos, dice, no es compatible.
Actualmente hay 30 parcelas en España destinada a este tipo de enterramiento. Aunque sólo hay dos lugares en los que los musulmanes de la región pueden enterrar a sus seres queridos: en el cementerio musulmán de Fuengirola (Málaga) y en el de Griñón (Madrid).