Menuda sorpresa se han llevado en la piscina de la barriada pacense de San Roque. Allí un empleado ha encontrado un dedo humano en el agua, mientras preparaban las instalaciones para su apertura este verano.
Hasta el lugar se han desplazado agentes de la policía científica, que ya investigan lo sucedido.
Según se cree, se trata del dedo de un joven que, en septiembre del año pasado, saltó la valla para colarse cuando la piscina ya estaba cerrada. En ese salto se le quedó enganchado el dedo, por culpa den un anillo, y fue arrancado de cuajo.
En aquel momento, los servicios sanitarios y la policía buscaron el dedo, pero sin éxito. Y es ahora, 9 meses después, cuando ha aparecido.