La capital pacense afronta este sábado y domingo su primer fin de semana desde que Salud Pública impuso restricciones especiales en la ciudad para frenar la expansión del coronavirus. Es el primero de los dos fines de semana previstos, ya que las medidas, si todo va bien, dejarían de aplicarse el lunes 5 de octubre.
Y de momento, la hostelería está respondiendo. Este domingo transcurre entre la normalidad, la flexibilidad y el cumplimiento de las normas. Lo hemos observado en la céntrica plaza de Los Alféreces, donde se ubican varios locales de restauración.
En Badajoz, el límite de aforo en las terrazas se sitúa en el 50 por ciento, aunque desde el viernes por la noche los hosteleros pueden colocar más mesas. No porque se aumente ese porcentaje, sino porque se calcula en función de una zona más amplia de veladores. A más espacio, más mesas permitidas.
Esto favorece que bares y restaurantes estén actuando con mayor responsabilidad, algo que perciben también los propios clientes.
Ocio nocturno no contralado
Para combatir el avance del virus, las autoridades sanitarias consideran clave vigilar el ocio nocturno no controlado, ya saben, el que se práctica en los parques, pisos o reuniones familiares multitudinarias.
Por eso desde esta semana se está reforzando la presencia policial en este ámbito, no sólo en Badajoz, sino en toda la región. Fuerzas de seguridad y responsables municipales estrechan su colaboración para perseguir comportamientos irresponsables que arruinen la contención del COVID.
