26 Diciembre 2025, 15:40
Actualizado 26 Diciembre 2025, 15:40

Mientras 2025 apura sus últimos días y muchos echan la vista atrás, en Badajoz hay un lugar donde el balance se mide en obras, ideas y libertad creativa: el El Museo Extremeño e Iberoamericano de Arte Contemporáneo ha cumplido treinta años desde que transformó una antigua cárcel abandonada en la casa del arte contemporáneo extremeño, ibérico y latinoamericano. Un espacio que hoy custodia más de 2.500 obras y que nació mirando a tres nombres clave del vanguardismo del siglo XX: Timoteo Pérez Rubio, Godofredo Ortega Muñoz y Juan Barjola.

Espacio para artistas

Un origen con vocación de regreso. Catalina Pulido es la directora del museo y explica que "todo lo que eran las corrientes innovadoras en la historia del arte se habían desarrollado por artistas extremeños fuera de la comunidad autónoma. Y en ese sentido era fundamental volverlos a traer a Extremadura".

Tras ellos, el museo ha ido incorporando a artistas de generaciones posteriores como Luis Canelo, Eduardo Naranjo o Ruth Morán. También ha sido espacio para creadores locales como la pintora pacense Lourdes Murillo, que cumplía precisamente 30 años cuando nació el MEIAC.

El MEIAC fue además pionero en tender puentes más allá de las fronteras extremeñas. Alberga la primera colección de artistas portugueses fuera de Portugal y continúa ampliándola con nombres como José Pedro Croft, Julião Sarmento, Helena Almeida o Augusto Alves. A ello se suma su papel en la difusión en Europa del arte latinoamericano posterior a los años 80.