Aparcó la ambulancia en la puerta de la iglesia, recogió a los novios que acababan de casarse y, con las señales sonoras de emergencia, se los llevó. No fue una urgencia, porque nadie necesitó de asistencia médica, sino que la ambulancia se utilizó como transporte nupcial. Ocurrió el pasado sábado.
La ambulancia fue una UVI móvil y pertenece a la empresa Ambuvital, concesionaria del transporte sanitario del Servicio Extremeño de Salud. La empresa está investigando los hechos y ha abierto un expediente sancionador contra varios trabajadores implicados en este hecho, ha informado Eduardo Guardado, abogado laboralista de la empresa. Los responsables se enfrentan a sanciones que van desde la suspensión de empleo y sueldo hasta el despido por la movilización de un recurso sin causa justificada.
Los trabajadores ya han comunicado a la empresa su arrepentimiento por escrito, pero se les tiene que aplicar el régimen disciplinario que recoge el convenio colectivo, ha explicado Eduardo Guardado.
"Falta de respeto y de muy mal gusto"
El consejero de Sanidad, José María Vergeles, se ha referido a este asunto. Ha considerado "de muy mal gusto que con el dinero que invertimos haya gente que se permita la utilización de una UVI móvil para un evento del que el SES nunca ha tenido conocimiento". Ha informado de que se ha instado a la empresa a que depure responsabilidades "a los niveles que haga falta porque los extremeños no se merecen eso".
Sobre las responsabilidades, Vergeles ha dicho: "No sé si la idea ha partido de los novios o de los primos de los novios, es una falta de respeto profundo a los extremeños y extremeñas". Si se demuestra que se ha dejado de prestar un servicio por hacer eso, el SES tomará medidas, ha sentenciado.