Para cualquiera un verano a más de 40 grados es un suplicio cuando no un riesgo para la salud si no se toman las debidas precauciones. Refugiarse en casa, poner el aire acondicionado e hidratarse constantemente nos alivia.
Pero, ¿qué ocurre con las personas sin hogar que viven en la calle? En Badajoz esas personas disponen de un albergue que gestiona Cáritas en la calle Bravo Murillo, en pleno Casco Antiguo.
El problema es que este centro no abre hasta las cinco de la tarde, con lo que sus usuarios sobreviven en la calle en las horas centrales del día, más expuestos a las olas de calor de este verano en la ciudad.
A refugio a las 14.30 horas
Para evitarlo, los responsables del albergue han decidio ampliar el horario de acogida, de manera que desde el 15 de julio hasta el 31 de agosto las puertas se van a abrir a las 14.30 horas.
"De dos a cinco de la tarde todo el mundo está en casa, pero nosotros no tenemos acceso a lo que necesitamos", lamenta uno de los usuarios del albuergue de Bravo Murillo. A partir de ahora eso ha cambiado, lo cual agradece este pacense sin hogar.
Para Julio Rodríguez, auxiliar del centro de acogida, los usuarios "vienen antes por necesidad, no tienen nada que hacer en la calle a esas horas", destaca.
"De dos a cinco de la tarde todo el mundo está en casa, nosotros en la calle"
El albuergue, con 26 plazas, debe ser abandonado a las 9 de la mañana. Antes se volvía a abrir a las cinco, pero ahora se acorta el tiempo en el que sus usuarios deben permanencer en la calle.
Dentro se ofrece agua, ducha, ropa, frescor y descanso. No sólo eso, el equipo de voluntarios del centro también aportan consejos e indicaciones a los sin techo para protegerse del calor y las altas temperaturas.
Cinco muertes en julio
En lo que llevamos de verano, 12 personas han tenido que ser atendidas en Extremadura por golpes de calor, y 9 de ellas han requerido hospitalización. De ellas, desgraciadamente, según el Servicio Extremeño de Salud, 5 han fallecido.
Unas muertes que sin embargo podrían ser más, según el Instituto de Salud Carlos III de Madrid. Aunque es sólo una estimación, no un registro oficial, para este organismo el calor podría estar detrás de la muerte de 175 personas en la región.