La organización agraria Asaja Extremadura ha anunciado que enviará escritos al Ayuntamiento de Cáceres y a la Junta de Extremadura solicitando la suspensión cautelar del proyecto del Gran Buda, planeado en el cerro Arropé de Cáceres. La zona, que está en proceso de reorganización, es un área de especial protección de aves (ZEPA).
Ángel García Blanco, presidente de Asaja Extremadura, afirma que la organización no se opone al proyecto en sí, impulsado por la Fundación Lumbini Garden. Su preocupación radica en que bajo la apariencia de un tema religioso, se pueda modificar la normativa medioambiental, mientras los agricultores y ganaderos continúan sufriendo restricciones en espacios protegidos.
García Blanco insiste en una reducción de la protección de las zonas ZEPA en Extremadura, señalando que la comunidad autónoma cuenta con el mayor número de estos espacios. Asaja Extremadura pide igual tratamiento para los agricultores como para cualquier otro proyecto presentado ante la Administración.
Además, el presidente de la organización hizo referencia a la zona que se quiere ceder a la Fundación Lumbini Garden para el complejo budista, recordando que es terreno público del Ayuntamiento de Cáceres y que está clasificada como suelo no urbanizable de especial protección. García Blanco mencionó intereses oscuros urbanísticos detrás del proyecto, apoyado por la junta militar golpista de Myanmar.
En línea con esto, García Blanco lamentó que mientras este proyecto avanza, los agricultores y ganaderos de la región siguen enfrentando limitaciones en las zonas protegidas. Instó a iniciar el proceso de reducción de la superficie de los espacios protegidos, como lo prometió el PP en su programa electoral, y pidió más apoyo al mundo rural.
También solicitó transparencia por parte de la Junta de Extremadura sobre los 300.000 euros asignados por la anterior Consejería de Cultura y Turismo para el proyecto del Buda en Cáceres y se pregunta si hubo alguna subvención para viajes relacionados con el proyecto.