La ciudad de Cáceres ya es tierra sagrada para el Budismo, requisito indispensable para acoger el Complejo Budista proyectado en la localidad.
La tierra cacereña ha sido bendecida en una ceremonia tradicional y centenaria del budismo celebrada en la Casa-Museo Guayasamín de Cáceres, en la que se han mezclado la tierra de Cáceres y las de las cinco ciudades sagradas para el Budismo en Nepal.
Esa tierra sagrada se trasladará este sábado hasta el cerro Arropez donde irá ubicado el complejo con el Buda gigante. Esa tierra servirá para plantar una encina, árbol tradicional de Extremadura, junto a una higuera, el árbol santo para los budistas.
Hermanamiento entre Cáceres y Lumbini
Antes, la alcaldesa en funciones de Cáceres, María José Pulido, y el alcalde de Lumbini, Man Mohan Chaudhary, han firmado el documento para el hermanamiento entre la ciudad extremeña y el lugar de nacimiento de Buda. Ambos municipios se comprometen a trabajar juntos para traer la paz y el desarrollo a sus vecinos y vecinas.
Pulido ha asegurado que "supone que abrimos nuestra ciudad al mundo" puesto que el proyecto pretende situar a Cáceres como destino de peregrinaje internacional.