La delegación de Nepal que visita estos días Cáceres dentro de los actos de hermanamiento con Lumbini ha visitado los terrenos en los que está previsto que se construya el gran Centro Budista en el que se trabaja.
La parcela de Arropez ya es tierra santa para los budistas. Allí los alcaldes de las cuatro ciudades sagradas del budismo, el presidente de la Asamblea Nacional de Nepal y la embajadora de este país en España han asistido a un acto en el que se han plantado dos árboles: el "árbol del despertar", una planta sagrada para los budistas, y una encina, representativa de Extremadura. Se han utilizado tierras sagradas traídas de Lumbini, que fueron bendecidas el pasado jueves en un ritual celebrado en el Museo Pedrilla, donde fueron mezcladas con las de la ciudad cacereña.
Fin de la visita institucional
Así termina una visita institucional de la delegación nepalí a Extremadura. La Fundación Lumbini Garden, que promueve el gran complejo budista a las afueras de Cáceres, ha anunciado proyectos de colaboración con el Centro de Cirugía Mínima Invasión Jesús Usón (CCMIJU) y con el centro de tratamiento de residuos sólidos Ecoparque para exportar a Nepal tecnología de la que carecen en estos campos.
Ambos centros han sido visitados este viernes por la delegación nepalí, que también ha conocido la ciudad monumental cacereña y el nuevo Museo Helga de Alvear. La delegación ha realizado esta semana una visita a Mérida y la capital cacereña acompañada por el presidente y el vicepresidente de la Fundación Lumbini Garden, José Manuel Vilanova y Ángel Juanes, respectivamente; por la promotora de este proyecto en Cáceres, la hotelera Pilar Acosta, patronos de esta fundación y demás autoridades.
Se espera que en 2023 se pueda empezar a construir el que será el centro budista más importante de occidente, que contará con una estatua gigante de Buda, con 40 metros de altura, y al que se prevé peregrinen millones de profesantes de esta religión.