Crece la incertidumbre sobre el futuro centro budista de Cáceres y su estatua de cuarenta y siete metros de alto en el cerro Arropé. La Fundación Lumbini pide reunión urgente con el ayuntamiento para la próxima semana y avisa de que hay otras ciudades y países interesados, como por ejemplo Japón, que estaría dispuesto a financiar todo el proyecto.
Desde el consistorio cacereño aseguran que están pendientes de revisar la documentación, pero que de ninguna manera aceptarían la construcción de un complejo por partes. Quieren garantías para que la construcción de la estatua venga con el levantamiento de todos los demás edificios.
Los promotores del buda cacereño aseguran que no hay problemas, ni legales, ni medioambientales para construir la estatua y que su intención de convertir la capital cacereña en un punto de referencia mundial del budismo es firme y serio. Aseguran que el resto de edificios anexos a la gran estatua de Buda llegarán tras la construcción de la imagen de Buda cuando consigan la financiación necesaria.
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Salaya confía en que las obras del Gran Buda de Cáceres comiencen a finales de este año o a principios del que viene
La Junta autoriza la instalación de la estatua del Buda en Cáceres
