Lento pero con paso firme. Así avanza el proyecto del complejo budista de Cáceres. Eso, al menos, es lo que afirman sus promotores que, año y medio después de cambiar la ubicación a terrenos privados, han "apalabrado" ya casi todas las opciones de compra.
No son todas todavía, nos confirman desde la Fundación Lumbini Garden, porque son seis los propietarios de estos terrenos y hay que negociar con cada uno de ellos esa "promesa de venta" en un tiempo estipulado y con unas condiciones preestablecidas.
Además la compra no se hará efectiva hasta que se presente el plan especial, que ya se está redactando, al Ayuntamiento de Cáceres y éste dé su visto bueno. Y es que al cambiar de ubicación ha habido que redimensionar el proyecto en cuanto a edificaciones, ajardinamientos o dotación de servicios, porque estos terrenos son más pequeños que los del Monte Arropez.
Lo que se conoce ya, y tiene el visto bueno del Consistorio, es el proyecto básico que contempla levantar una estatua de 47 metros de altura, hecha en jade blanco y con dos plantas destinadas a uso devocional y a museo.

La Fundación Lumbini publica nuevas imágenes de cómo será el Complejo Budista de Cáceres