El Gran Teatro de Cáceres se llenó para celebrar la vigésimo primera edición del Festival Flamenco de las Minas de Aldea Moret. Una cita que rinde homenaje a los mineros y a las familias que levantaron aquel poblado marcado por la minería. Cante y baile flamenco de primer nivel.
Con fuerza y decisión, cada taconeo va por ellos. Mara Palacios, al baile, marcó respeto en cada golpe.
Desde Cáceres, Juan Carlos sostuvo con su cante la memoria de un oficio que dejó huella en la tierra.
Y desde Badajoz, Juan José Díaz “Pitini” prestó su voz a las vidas que durante años se abrieron camino bajo el suelo de Aldea Moret.
Un homenaje a un poblado que nació alrededor de la minería, creció al ritmo de los pozos y terminó convirtiéndose en hogar para cientos de familias unidas.
Este año, el reconocimiento fue especial para tres de ellos: Isidro, Pascual y Epifanio. Sus hijas y su nieto recogieron con orgullo el homenaje.
El sonido del piano de Raúl Pérez, acompañado al cante por Raquel Cantero y Mamen Fernández, y la percusión de Dieguino Pérez, puso el broche final.
En honor a Santa Bárbara, mucho flamenco en un festival que suma ya más de 20 años.
