20 Junio 2021, 21:15
Actualizado 20 Junio 2021, 21:15

Por segundo año, Teresa y su familia se quedarán sin disfrutar de la sonrisa de Salma en su pueblo, Villafranca de los Barros. Durante tres años. el pequeño saharaui ha sido su hijo de acogida, pero la suspensión del programa 'Vacaciones en Paz' provocada por la pandemia les impedirá verse de nuevo las caras.

"Es una sensación extraña, porque los planes vuelven a fallar, estamos tristes, porque no sabemos si podremos volver a verlo", nos cuenta Paloma Cuéllar, hermana de acogida de Salma. "Nosotros seguimos manteniendo el contacto con él, y gracias a las videollamadas y fotos lo estamos viendo crecer, pero no es lo mismo", confiesa su madre, Teresa Romero. 

El último encuentro de las familias con los niños saharauis fue en el verano de 2019

130 familias en Extremadura

Como ellos, 130 familias extremeñas se quedarán sin ver a sus niños de acogida por segundo verano consecutivo. La pandemia obliga a suspender el programa 'Vacaciones en paz' y los pequeños saharauis tendrán que pasar de nuevo el duro verano en los campamentos de Argelia y con temperaturas extremas.

'Vacaciones en paz' alternativo

Para aliviar esas condiciones, el Ministerio de Juventud saharaui puso en marcha el año pasado junto a las asociaciones de amigos del pueblo saharaui españolas un programa de 'Vacaciones en paz' alternativo, al que este año se suma también FEDESAEX, la Federación Sáhara Extremadura. 

El programa se desarrolla como el otro durante los meses de julio y agosto, para niños y niñas de entre 8 y 14 años. Durante las mañanas, los pequeños podrán participar en actividades educativas, culturales o deportivas. "Además el programa incluye un plan nutricional por el que se garantiza un desayuno completo para ayudar a los niños a mejorar su estado nutricional", nos cuenta Cristina Ovejero, presidenta de FEDESAEX.

imagen del programa 'Vacaciones en paz' alternativo desarrollado en 2020 en los campamentos

Con la esperanza en 2022

De esta forma alivian las duras condiciones de los campamentos mientras sueñan, como sus familias extremeñas, con el próximo verano. "Estamos deseando que llegue 2022 para recuperar el tiempo perdido y volver a ver la sonrisa de nuestros niños, que sin mascarilla nos parecerá mas grande", confiesa Teresa, mientras nos enseña una foto de Salma. Ya queda un poco menos. 

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Fotografía de Eva y Mojthar
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La pandemia obliga a suspender las "Vacaciones en Paz" en Extremadura