En apenas 3 minutos, entre las 7.37 y las 7.39 de la mañana del 11 de marzo de 2004, explotaron las 10 bombas.
Los terroristas habían preparado una masacre todavía peor. En total había 13 mochilas con explosivos, pero tres de ellas fallaron. Antes de las 8, los servicios de emergencias empezaron a llegar.
"Comencé a bajar las escaleras y aquello fue el descenso a los infiernos de Dante"
Un infierno que dejó 192 personas muertas y casi 2.000 heridas.
Tras inspeccionar los artefactos que no explotaron y una furgoneta, la policía apunta a la autoría del terrorismo islámico. Ese mismo día, Al Qaeda reivindica los atentados. La teoría de ETA se diluye.
Dos días más tarde empiezan las primeras detenciones. Siete de los supuestos autores materiales se inmolaron en una explosión en un piso de Leganés, cuando estaban rodeados por la policía. También murió un agente, la víctima número 193.
En 2007, 21 de los 28 procesados fueron condenados. Algunos de ellos a casi 43.000 años de cárcel.