Hay dos maneras de asumirlo. Con nervios, o con seguridad. Nada puede fallar, son días con más estrés incluso que en las navidades de Reyes y Papa Noel. Los pequeños nos meten presión. "Estoy un poco nerviosa", nos cuenta una pequeña.
Una lista con imprescindibles empieza por la ropa. Limpia, preparada, planchada y pensada con tiempo. Ha habido remiendos de última hora, en las mercerías. "Calcetines, leotardos, todo tiene que ser como nuevo".
Ropa, lista. Ahora la mochila. Los hay quienes las compran y otros quienes las arreglan. "Las mochilas valen un dinerito", avisan desde la mercería, "y yo tengo las cremalleras con los dientes duritos y eso aguanta bastante".
Meriendas y APPs, listas
Material escolar, clave. Aunque el primer día es más liviano. Libros, poco a poco pero sin dilación. La merienda jamás debe olvidarse. Algunos peques dan toque de atención, les faltan cosas. "Me faltan libros y la mochila y todo".
Padres, madres, alumnos, atentos porque toca actualizar APPs educativas tras meses de asueto. Cuidado que las comunicaciones a veces son en Instagram o Classroom, eso de las llamadas ya es historia.
Pilas para los despertadores, carga para los móviles. Importante, adaptar ya mismo el horario. "Me tengo que dejar de dormir a las 5 de la mañana", nos cuenta una futura alumna de instituto, "porque me tengo que despertar más temprano. Si no, me voy a levantar con unas ojeras..."
"Me tengo que dejar de dormir a las 5 de la mañana, si no me voy a levantar con unas ojeras..."
Y quizá, o no quizá, seguro lo más imprescindible: abuelas, abuelos preparados, que cambiamos parques por colegios.