El balance es positivo. El curso comenzó en septiembre con gran incertidumbre, registró los momentos más duros tras la Navidad por la alta incidencia de la covid-19 en la región y termina en junio con sobresaliente.
Las cifras lo avalan. Solo el 3,6 por ciento de los alumnos y el 4,6 por ciento de los profesores han dado positivo de coronavirus en una apuesta de la región por la presencialidad en la aulas. Una apuesta que recibió muchas críticas en enero, por la vuelta al cole de los cursos de primaria y la educación telemática en secundaria. Una decisión de la Consejería de Educación que no fue entendida por la comunidad educativa.
Superados los peores momentos, la conclusión es que el alumnado ha sabido adaptarse a las circunstancias y que el esfuerzo de familias y docentes han dado resultado. A partir de hoy, todos disfrutan ya de sus vacaciones.