18 Diciembre 2025, 17:21
Actualizado 18 Diciembre 2025, 17:21

Con apenas 22 años y tras una travesía en cayuco junto a otras 92 personas, Abdoulaye Anass llegó a España huyendo de una situación extrema en Níger. Hoy, su historia es una más entre las 4.355 personas refugiadas atendidas este año por Accem en sus centros de Mérida y Cáceres, una cifra que refleja la dimensión del reto humanitario en la región.

Su primer contacto con tierra firme fue en Tenerife, donde recibió atención de emergencia por parte de la organización. Desde allí fue derivado al programa de atención humanitaria en Mérida y posteriormente al centro de Cáceres, donde continúa su proceso dentro del sistema de protección internacional.

Me siento bien y feliz también. Accem me da una habitación y comida y me ayuda siempre”, explica Abdoulaye, que tiene claro su objetivo de futuro: “Mi sueño es poder tener un buen trabajo. Yo quiero hablar español perfecto”.

Más allá de la acogida

Accem desarrolla su labor en Extremadura en coordinación con la Junta de Extremadura y el Ministerio de Inclusión, ofreciendo una atención que va más allá de la acogida inicial. Tal y como explica la responsable territorial de la entidad, Mar García Navarro, el trabajo se dirige tanto a personas solicitantes de protección internacional y refugiadas como a quienes se encuentran en situación de grave exclusión social.

Damos respuesta a una necesidad social actual: personas que huyen de conflictos y de situaciones extremas y que necesitan una atención humanitaria inmediata”, subraya. La intervención incluye atención social y jurídica, aprendizaje del idioma, apoyo psicológico y acompañamiento en el proceso de integración, pilares fundamentales para facilitar la autonomía de las personas atendidas.

A pocos días de cerrar el año, desde Accem hacen balance y advierten de que las necesidades seguirán creciendo en 2026, tanto en recursos de acogida como en programas de inserción social y laboral.

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