10 Diciembre 2024, 13:34
Actualizado 10 Diciembre 2024, 14:23

El campo extremeño sigue poniendo la lupa a la letra pequeña del gigantesco acuerdo comercial con América del Sur. APAG y La Unión ya han alertado de la necesidad cláusulas espejo, que igualen las exigencias medioambientales en ambos continentes.

UPA también se muestra crítico y pone el acento en los sectores que podrían resultar más perjudicados. Por ejemplo el arrocero, que puede ser el más damnificado ante un posible crecimiento de las importaciones desde las grandes potencias productoras de Sudamérica.

"Entramos a competir con Uruguay, donde los costes de producción nada tienen que ver con los nuestros"

En el lado positivo de la balanza se sitúan los productores de aceite, vino o fruta fresca, sectores que exportan más de lo que importan en la región. La bajada de aranceles puede aumentar las ventas a países como Argentina, Perú y, sobre todo, Brasil.

"Esperemos que haya más envíos y transacciones con esos países"

Una bajada de aranceles que, en cambio, dificulta que nuestros frutos secos puedan competir con productores gigantes como los brasileños.

Pero al mayor acuerdo comercial de la historia reciente aún le quedan muchos detalles por cerrar y muchos meses para ser ratificado. Francia intentará tumbarlo en el Parlamento o en el Consejo Europeo, antes de que entre en vigor.