Coge ritmo la campaña de aceituna y aumentan los robos en el campo. Para impedirlos, sesenta vecinos de La Garrovilla y Esparragalejo se organizan por las noches, en patrullas de agricultores, para vigilar que no se lleven sus aceitunas.
Vigilancia ciudadana
La actividad de Alonso Molina y Antonio Gómez se intensifica por la noche. En el grupo de vigilancia ciudadana de estos dos vecinos de La Garrovilla hay sesenta productores perfectamente coordinados para impedir robos de aceituna en el campo. "Yo lo propuse y la respuesta fue rapidísima, a la semana estábamos funcionando, señala Alonso Molina. "Hay una pareja que participa en La Garrovilla en el mismo día y otra en Esparragalejo. Cualquier coche sospechoso, o alguien que no conocemos, porque somos muy pocos, pues enseguida damos el aviso al grupo del WhatsApp", asegura.
Su labor es de vigilancia y aviso a la Guardia Civil. Su actuación ha evitado ya varios robos en fincas y en casetas agrícolas. Insisten en la importancia de controlar la recepción de la mercancía. "Si no hay quien recoja aceituna robada, nadie roba aceituna", explica Alonso, "aunque hay una pequeña excepción, que es el agricultor que se presta a recoger aceituna robada y entregarla en un puesto a nombre suyo".
Por eso es tan importante su labor de vigilancia y que su actuación sea apoyada: "El grupo Roca estuvo el otro día realizando vigilancia a caballo en Esparragalejo. También el ayuntamiento de La Garrovilla a colaborar. Está aún pendiente de una gestión para poner un guarda de apoyo".
Más actuaciones de la Guardia Civil
Además de la vigilancia de los agricultores, que tratan de impedir intrusos en sus parcelas que se lleven el fruto de su trabajo, también hay supervisión aérea con drones de la Guardia Civil. En lo últimos días los agentes han pillado in fraganti en Almendralejo a dos personas con 150 kilos. En Villagonzalo a otras que se le imputan casi tres toneladas de aceitunas robadas.
En las últimas semanas se desarrollaron, además, importantes operaciones también en otras localidades, relacionadas con actividades irregulares en la recogida y compra de aceitunas, como en La Parra. Allí se interceptó un camión con hasta 29.000 kilos. Su dueño había declarado 16.000 pero portaba casi el doble.
