Martina, de 12 años, tiene síndrome de Rett. Un trastorno neurológico que dificulta sus movimientos y coordinación. Sufre rigidez en ambas manos pero gracias a un entrenamiento diario, consiguen que sus articulaciones tengan mayor movimiento y que ella no se frustre por no conseguirlo.
Para ello usan unos guantes de rehabilitación. Paco Santiago, presidente de la asociación Mi Princesa Rett, explica que se trata de "tomar la iniciativa en la tecnología más innovadora, intentar coger esa tecnología y aplicarla a la discapacidad".
"Un guante de rehabilitación que podemos utilizar para que nuestras niñas puedan alargar el manejo de las manos es maravilloso"
Estos guantes tienen un coste de aproximadamente mil euros... Desde esta asociación van a intentar que lleguen a las casas.
"Con una buena formación también los papás pueden hacer este tipo de terapia en casa"
Una investigación aplicada a la discapacidad que este centro aplica en otro tipo de terapias cognitivas y sensorial, con la que ayuda a mejorar la vida de sus usuarios. Así nos lo ha dicho Virginia Barragán, pedagoga terapéutica.
"Tenemos la sala de estimulación sensorial que crea estímulos que ella por sí sola no es capaz de lograr en su día a día"
Y una de las terapias que más gusta a Martina es aquella en la que le acompaña un perro: su fiel amigo 'Budi'.
"Hay muchos ejercicios que nada más que por ser un animal le motivan y trabaja más y más contenta"
El próximo reto de Mi Princesa Rett es poner en marcha un centro de día especializado en enfermedades raras.