Cuando se apagan las llamas y el incendio se da por controlado, los trabajadores del Plan Infoex siguen sobre el terreno para vigilar y evitar posibles reproducciones. Se trata de realizar tareas de vigilancia y refresco de la zona hasta asegurarse de que ya no cabe la posibilidad de que el fuego se reavive.
Canal Extremadura ha comprobado 'in situ' cómo trabaja un retén en uno de los últimos incendios forestales declarados este verano en Extremadura. En concreto, en el ocurrido en el Paraje de Castañar del Duque, en Gargantilla, muy cerca de la localidad cacereña de Aldeanueva del Camino.
Centímetro a centímetro
Seis son los trabajadores que componen el grupo del retén de Hervás. Personal incansable, que los días posteriores al incendio, inspecciona la zona centímetro a centímetro, una y otra vez, para asegurarla.
"Se trata de recorrer varias veces el perímetro del incendio. Y si vemos algún punto caliente, enfriarlo"
Tal y como relata Javier Moreno, jefe del retén, "se trata de recorrer varias veces el perímetro del incendio, revisándolo. Y si vemos algún punto caliente, nos ponemos normalmente con herramientas a estabilizarlo. Y luego ya acudimos al tendido para enfriarlo".
"Meterte por un camino que no tiene salida, conllevaría a lo mejor un atrapamiento y la pérdida de vidas"
Estos bomberos trabajan acompañados siempre de un agente del medio natural, como Rubén Cañadas, que es gran conocer del terreno y el que les guía para evitar que se asuman riesgos innecesarios. "Meterte por un camino que a lo mejor no tiene salida, que se convierte en una ratonera, conllevaría a lo mejor un atrapamiento y la pérdida de vidas".
Labores de vigilancia y refresco
En un incendio como el de Gargantilla, donde se han quemado en torno a siete hectáreas y el tipo de vegetación es más frondosa, las labores de vigilancia y refresco suelen prolongarse durante dos o tres días. Sin embargo, en fuegos como el de Las Hurdes o el de Casas de Miravete estas tareas duran mucho más tiempo. Todo depende, explica Cañadas, del tipo de vegetación, la humedad de la zona y del viento.
"Un fuego no se da por extinguido hasta que no existe la certeza absoluta de que el terreno se ha enfriado por completo y no hay posibilidad de reproducciones", añade. Y es entonces cuando estos héroes de amarillo dejen el monte con la absoluta convicción de haberlo puesto de nuevo a salvo.
