Ya ha empezado la campaña de la fruta de hueso en Extremadura, aunque su punto más álgido se espera para junio, cuando la ciruela esté madura.
Herminio, en Villanueva de la Serena, es uno de los primeros en comenzar la recogida de melocotón en las Vegas Altas. Esta campaña, buenas expectativas en calidad y cantidad: en sus 40 hectáreas de frutales espera obtener un 20% más de producción que el año pasado, aunque eso no garantiza una mayor rentabilidad.
"El problema que tenemos es la subida tan grande de los costes de producción; estamos hablando de un 40-45% respecto al año pasado y a otros años", explica Herminio Íñiguez, agricultor y presidente de AGRYGA, la a Asociación de Agricultores y Ganaderos de Villanueva de la Serena. Un incremento que se nota, sobre todo, en combustibles, luz y fertilizantes, y que debería compensarse con los precios que, de momento, apuntan bien.
Precisamente las legislaciones en nuestro país sobre productos fitosanitarios y tratamientos suponen límites frente a otros países extracomuntarios. "Esa fruta puede entrar en Europa, se la pueden comer los consumidores europeos, pero nosotros no podemos producir igual que ellos. Por tanto, es un grave problema y una discriminación", denuncia Miguel Ángel Gómez, director gerente de AFRUEX.
"Esa fruta puede entrar en Europa, se la pueden comer los consumidores europeos, pero nosotros no podemos producir igual. Es un grave problema y una discriminación"
Eso sí, al menos parece que finalmente Turquía no será una competencia tan directa como se esperaba. "Turquía se está viendo con problemas y está cerrando un poco las fronteras para exportar fuera, para primera alimentar a su población y después lo que le sobre sacarlo fuera", explica Gómez.
Sin embargo, habrá problemas para exportar. La logística se complica tras la pandemia, tanto por costes como por disponibilidad de contenedores, y debido a la guerra en Ucrania, será muy difícil enviar esta mercancía al este de Europa. También se repite la poca disponibilidad de mano de obra. Y es que la fruta ocupa cada año a unas 65.000 personas, aunque se calcula que pueden faltar entre 6000 y 8000 personas para esta campaña.
La región encabeza las previsiones de producción la nectarina, con 69.500 toneladas, seguidas de las más de 35.000 de melocotón.