El 24 de diciembre es un día clave para la hostelería. En muchas ciudades y localidades son tradicionales las cañas de mediodía de Nochebuena, aunque este año está marcado por la covid-19 y por las estrictas medidas de seguridad. Pese a las llamadas de atención y la preocupación de los alcaldes para evitar estos encuentros en los bares, en algunas ciudades como Cáceres los ciudadanos han salido a la calle, con mascarilla y distancia de seguridad, y han disfrutado de ellas. Este año los bares deberán cerrar de 18:00 a 20:00 para evitar aglomeraciones y podrán abrir a partir de esa hora.
En la capital cacereña, la Policía Local vigilará que los locales cumplan con las limitaciones de aforo y que la ciudadanía no beba en la calle. Algunos establecimientos solo han admitido hoy a los clientes que tenían reserva y gran parte de los bares ha optado por cerrar. Los dueños se quejan porque "está todo muy limitado" y "tienen muchos menos clientes que otros años".
Desde hace días, el equipo de Gobierno de Cáceres ha expresado su preocupación porque siguen creciendo los contagios en la ciudad. De hecho, este jueves, el alcalde Luis Salaya ha anunciado que la "situación es crítica" porque la incidencia acumulada a los 14 días va en aumento y esta tarde se registrarán los 650 casos por cada 100.000 habitantes. Una vez más, ha vuelto a apelar a la responsabilidad de los ciudadanos y ha destacado que "no quiere imaginarse una resaca de la Navidad si no somos prudentes".