En Extremadura, hasta cinco personas mueren al día por culpa del tabaco. Una adicción que en el Reino Unido quieren combatir con medidas más drásticas: aumentar año tras año la edad mínima para poder fumar y prohibir su compra en el futuro a quienes hoy son niños para evitar la adicción cuando lleguen a la edad adulta. Iniciativa que ya se aplica en Nueva Zelanda y que reclaman para nuestro país desde el Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo.
Economía y salud
En los micrófonos de Canal Extremadura Radio su delegado en nuestra comunidad ha lamentado la dejadez de los gobiernos nacional y regional para reducir el consumo de cigarrillos. Emilio Salguero asegura que: "cualquier gobernante que realmente mire por su ciudadanía se pondría las pilas con respecto al tabaco, como han hecho algunos países donde sus gobernantes están demostrando que realmente hacen lo que dicen en campaña electoral".
En el caso de Extremadura, Salguero cree que la Junta prima más la economía que la salud porque aquí se cultiva casi todo el tabaco de España: "esa relación económica que tenemos con la industria tabaquera que compra el producto está influyendo en la no política que hace nuestro gobierno regional con respecto a esta enfermedad, manteniendo en un completo abandono a todas las personas que fuman".
Impuestos y cigarrillos electrónicos
Entre las medidas que funcionan a la hora de reducir el consumo de tabaco está la subida de impuestos. Algo que no se hace España: "hay al menos diez países europeos que han subido notablemente los impuestos de tabaco. Por eso los franceses pasan la frontera por Irún o Portbou para comprar tabaco en España".
Recuerda Emilio Salguero la nicotina, el principal componente de los cigarrillos, es más adictiva que la cocaína o la heroína. Sobre los vapeadores o cigarrillos electrónicos, destaca que son igual de perjudiciales que el tabaco tradicional y pide que las autoridades lo tengan en cuenta: "La mayoría de las marcas de cigarrillos electrónicos son propiedad de la industria tabaquera. Los mismos dueños que están viendo que en los países desarrollados se les está poco a poco acabando el negocio del tabaco e intentan encontrar un sustituto para seguir llenándose los bolsillos aunque sea a costa de la vida, de la salud de las personas".
Garantizar la salud no tiene precio, señala Salguero que recuerda que es posible dejar el tabaco. Él mismo lo hizo: "lo mejor que he hecho en mi vida ha sido dejar de fumar. Sólo me ha dado beneficios". Lo primero es dar el paso, acudir al centro de salud y plantearlo. Por cierto, cuando acabe el día recuerden que habrán muerto sólo en Extremadura cuatro o cinco personas por fumar.