Era el momento más esperado para toda la familia durante estos nueve meses en los que ha estado ingresado en varios hospitales. Nadie podía imaginarse que aquél 27 de octubre de 2020, cuando Carlos ingresó por COVID en Badajoz, iba a pasar por toda esta pesadilla.
Aunque en este momento todo se le ha olvidado al ver la cara de toda su familia que lo esperaban a su salida de Casa Verde (Mérida), donde ha pasado los últimos 4 meses recuperándose de las secuelas que le ha dejado en su cuerpo el virus.
Carlos Camello es del municipio pacense de Balboa, tiene 68 años. Cuando se contagió su físico no tenía nada que ver con el que presenta hoy. Ha perdido más de 40 kilos, masa muscular, y lo peor de todo, estuvo en coma 12 días. Tras pasar 112 días en la UCI y por varios hospitales en Badajoz y Mérida, aún le queda pérdida de movilidad, una traqueotomía y los pulmones dañados.
Pasó 12 días en coma, pero no tiene secuelas neurológicas
Durante este largo tiempo, lo mejor ha sido el personal sanitario que ha tenido a su lado hasta en tres hospitales distintos (el Universitario de Badajoz, el Perpetuo Socorro y el Hospital de Mérida) y en el centro de recuperación neurológica, Casa Verde, así como el apoyo de su familia. En las últimas semanas, sobre todo, el cariño de los más pequeños de la casa: sus nietos Francisco, Carlos y Claudia de 12, 4 y 3 años, que lo ha echado mucho de menos.
"Lo primero que voy a hacer es comerme un bocadillo de jamón y chorizo, que falta me hace"
Carlos sale con fuerza para afrontar la vida que le espera a partir de ahora. Tiene que seguir recuperándose todavía, pero ya podrá volver a casa
Nos cuenta que "dará sus paseos", pero que lo primero que hará al volver a casa será "comerse un bocadillo de jamón y chorizo".
La COVID le ha robado 9 meses de su vida; ha sido muy duro, confiesa. Por eso tanto él como su mujer, María Hilaria Rodríguez, piden a todos que se conciencien de lo importante que es protegerse y proteger a los demás.
A partir de hoy vuelve a nacer, con la esperanza de que muy pronto, todo quede en un mal recuerdo.