Ante la caída de la producción por la crisis de los microchips, Catelsa, una de las principales factorías de Cáceres ha anunciado un nuevo ERTE, que afectaría prácticamente a toda su plantilla, a 231 de sus 240 empleados. Según ha trascendido, se librarían los prejubilados y el personal de recursos humanos. Este ERTE, el tercero desde 2020, tendría una duración de 6 meses y supondría una suspensión de contratos, cuya duración formará parte de la negociación. Durante ese tiempo, tal y como está estipulado, el SEXPE abonaría hasta el 70% del salario bruto.
"Negociaremos para que se respeten las pagas extras y las vacaciones"
Este viernes está previsto que los representantes del comité de empresa recojan toda la documentación que Catelsa aporta para plantear este nuevo ERTE. Una vez conozcan todos los detalles, fijarán su postura para la primera reunión entre las partes, que está prevista para el 15 de octubre. No obstante, en el comité de empresa tienen claro algunos puntos a negociar: "Negociaremos para que se respeten las pagas extras y las vacaciones. También para recibir lo máximo posible del 30% del salario bruto, que le corresponde abonar a la empresa", señala Sebastián Centeno, presidente del Comité de Empresa.
Causas del ERTE
Catelsa plantea este nuevo Expediente de Regulación Temporal de Empleo alegando una bajada de la producción ante la crisis de los semiconductores o microchips. No llegan a Europa, y por tanto, no pueden atender la demanda de elementos electrónicos de la industria automovilística. Según Catelsa, los pedidos han bajado un 30% y en septiembre la caída en la facturación ha sido de un millón de euros.