En el discurso de apertura del Debate Sobre el Estado de la Región, la presidenta de la Junta, María Guardiola, instó a los grupos a defender la continuidad de la central nuclear de Almaraz y, solo unas horas después de estas declaraciones, la empresa pública Enresa, encargada de la gestión de los residuos radioactivos, ha iniciado el proceso de licitación de los servicios de ingeniería para el desmantelamiento de la planta. Las fecha de cese de explotación de las Unidades I y II de están fijadas para noviembre de 2027 y octubre de 2028, respectivamente. La Plataforma de Contratación del Sector Público recoge un anuncio previo a dicha licitación, con un presupuesto de 28 millones de euros y un plazo de ejecución de cinco años.
El objeto del contrato es realizar los estudios y la ingeniería de diseño, especificaciones y proyectos de obra y la preparación de la documentación para la autorización de la misma. A partir de 2028, cuando cerrará el segundo reactor de Almaraz, se abriría un periodo de tres años para acometer la transferencia de titularidad de la central, que actualmente en manos de Iberdrola, Endesa y Naturgy, a Enresa. La empresa pública abordará el desmantelamiento, que se prolongaría durante los diez años siguientes, aproximadamente, es decir entre 2030 y 2041.
Continuidad o desmantelamiento de Almaraz
No obstante, la central trabaja en los dos escenarios posibles: el del cese de operación de sus dos unidades, 2027 y 2028, tal como está fijado en el calendario y en el de una posible prórroga de tiempo. Esta debería ser comunicada en el primer trimestre de 2025 para evitar contratiempos de carácter organizativo y de licencias. El alcalde de Almaraz, Juan Antonio Díaz, no pierde la esperanza de que se evite el cierre.
Si el Ministerio y las tres empresas propietarias comunicaran una posible ampliación de la actividad más allá del primer trimestre de 2025, la planta debería cesar temporalmente su actividad en 2027-2028 para reorganizar su planificación.
Reacciones
El alcalde de Almaraz asegura que esta noticia no interfiere en la decisión final que tiene que tomar el Centro de Seguridad Nuclear. Una decisión, sobre el cierre de la central, que no será oficial hasta finales de año y que, si finalmente se confirma el desmantelamiento, supondrá, asegura, la ruina para toda la comarca, pues es "la empresa que más produce" en Campo Arañuelo.
Esta misma postura la comparten los alcaldes de poblaciones cercanas pues aseguran que la economía de miles de familias de la comarca depende del funcionamiento de la central. Varios ayuntamientos han organizado una concentración conjunta contra el cierre de la central el 29 de junio.
Impuesto a las nucleares
Para pagar, entre otros costes, el desmantelamiento de los reactores nucleares, el Gobierno ha aprobado hoy un decreto que recoge una subida del 30 por ciento la tasa a las nucleares, la denominada tasa Enresa. De tal forma que, las grandes eléctricas, que son las que gestionan las centrales, pasarán desde el uno de julio de pagar 450 a 585 millones. Las grandes eléctricas ya han denunciado esta tasa en el Supremo.
