Cuatro de cada diez personas en la región aseguran que no gozan de buena salud mental y un 15% ha pensado en el suicidio. En la región el cuarenta por ciento de la población ha atravesado problemas de salud mental y más de trescientas mil personas han tomado alguna vez antidepresivos.
Los más vendidos son los ansiolíticos, su dispensación a subido casi la mitad en apenas diez años. Así lo indica el informe presentado por Línea Directa.
La rumiación, darle vueltas a los problemas de manera continuada o el enganche mental a una situación negativa, es una de las reacciones típicas ante situaciones adversas que aleja a la población del bienestar emocional. Es la variable que explica mayores problemas de ansiedad y depresión en la población extremeña, estando detrás de la mayoría de los síntomas clínicos de ansiedad y de los de depresión.
Sin embargo, existen estrategias de regulación emocional que acercan a las personas al bienestar y que previenen la ansiedad y la depresión. Estas se basan en identificar las emociones, comprenderlas y reevaluarlas. Estas habilidades se pueden entrenar y mejorar, tanto en contexto clínico. También disciplinas como la fisioterapia aportan soluciones al tratar físicamente el cuerpo para mejorar el estado mental.
La dolencias en los hombres predominantes son las adiciones, trastornos de comportamiento y bipolaridad. En las mujeres, la ansiedad, trastornos de alimentación y pensamientos suicidas.
