Lo hemos visto en cine, en teatro, pero historias como esta hoy vuelven a la realidad. La historia de Pedro, que vivió como topo durante la Guerra Civil y años después. Así es como muchas personas salvaron su vida, escondiéndose en habitaciones ocultas en las viviendas. El martirio que pasó Pedro lo hemos conocido cuando su sobrina ha heredado la vivienda y la estaba inspeccionando para venderla.
Pedro nunca entró en la cárcel y la realidad hace evidente que fue a cambio de no ver la luz del sol. En la España de 1939, pensar de manera distinta se pagaba con la vida, sobre todo estando en el punto de mira. Mercedes Castañar, sobrina de Pedro, nos cuenta que su tío estaba en el bando republicano y sus padres siempre le dijeron que se mantuvo oculto durante un tiempo.
Como él, decenas de españoles vivieron escondidos en sótanos y buhardillas desde la Guerra Civil, hasta que se decretó una amnistía en la primavera de 1969. Con el paso del tiempo, van apareciendo estos zulos. Mercedes cuenta la sorpresa que se llevó cuando visitó la vivienda con un agente de la inmobiliaria, "encontramos una trampilla por la que se accedía a una habitación oculta".
Además, esa estancia que no conocían guardaba otra sorpresa, una bomba de la Guerra Civil, que tuvieron que desactivar los TEDAX de la Guardia Civil. Los expertos investigan ahora cómo llego hasta allí.
La Guerra Civil terminó hace 80 años, pero hay "recuerdos" que siguen estando muy presentes.