Desde este viernes y hasta el 14 de agosto, el sector de la construcción comienza la jornada reducida de siete horas. Una medida de salud laboral que ayuda a reducir los accidentes laborales por golpes de calor y que se aplica en las dos provincias.
Algunas empresas incluso adelantan las fechas para preservar la salud de sus empleados y esto no significa que trabajen menos pues el cómputo anual sigue siendo de 1.736 horas. Lo que se hace es que, los denominados días de convenio, se trabaja más. Este año hay dos novedades: se han guardado ocho horas para reducir jornada cuando haya alertas de la AEMET y la reducción se aplica a las empresas de derivados del cemento.