En la última convocatoria de Médicos Internos Residentes solo se ocuparon 37 de las 98 plazas ofertadas de médico de familia en Extremadura. Un colectivo que pide mejores condiciones laborales y que están en primera línea, pues son los que tienen el trato más directo con el paciente. Este domingo celebran su día mundial.
Uno de estos médicos de familia en Extremadura es Joaquín Sánchez Soto, que tiene a sus espaldas más de 40 años de profesión. "Yo quería estar con el paciente, que entrara en mi consulta y dedicarle todo el tiempo del mundo", asegura. Desde muy pronto, tuvo claro que su pasión pasaba por la medicina de familia: "Es la especialidad más bonita que existe. Aquí el paciente conoce tu vida y tú conoces la suya".
Joaquín sigue ejerciendo pese a estar en edad de jubilación. El respeto, el cariño y la cercanía son fundamentales en el trato con sus pacientes, más aún en una especialidad como la suya. "Aquí llega desde un juanete, una otitis, una arritmia, una neumonía..." reconoce.
Pese a su visión positiva, también es consciente de los problemas por los que atraviesan. "Hay bajas en los centros y no mandan sustituto. Tenemos muchos recursos materiales, pero muy pocos humanos", lamenta.