
Ecologistas en Acción de Extremadura ha exigido el cierre de la Central Nuclear de Almaraz según el calendario previsto en 2027 y 2028 "por razones técnicas".
La asociación ha indicado en nota de prensa en que Almaraz es una central "envejecida con crecientes fallos técnicos" y en que la que la seguridad "no puede depender de intereses lucrativos ni asumir riesgos ante eventos externos".
Asimismo, ha asegurado que Almaraz "no es imprescindible", ya que el calendario nacional prevé un cierre escalonado que "deja margen suficiente para ajustar producción y consumo con renovables".
Por ello, Ecologistas en Acción ha considerado que Almaraz I debe cerrarse el 1 de noviembre de 2027 y la unidad II el 31 de octubre de 2028, según el calendario acordado entre el Gobierno de España, las empresas propietarias y Enresa en 2019 y validado por el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), pues es una "central envejecida con límites operativos claros".
Estas fechas, ha apuntado, "no son arbitrarias ni simbólicas", ya que responden a razones "técnicas y regulatorias". "Almaraz lleva más de cuatro décadas en operación y su infraestructura muestra signos evidentes de fatiga térmica, irradiación prolongada y envejecimiento estructural", ha asegurado.
De este modo, ha recalcado que "sistemas esenciales" como la vasija del reactor, los generadores de vapor, las bombas de refrigeración o los cuadros eléctricos acumulan un "desgaste difícil de revertir sin sustituciones costosas y complejas, que ni están planificadas ni justificadas para tres años adicionales de funcionamiento".
También, la "acumulación progresiva de fallos y paradas no programadas en los últimos años confirma este deterioro" y, al respecto, ha incidido en que el incidente del 28 de abril de 2025, cuando un fallo interno comprometió temporalmente el sistema de refrigeración y el generador diésel tardó tres minutos en activarse, "no puede considerarse anecdótico".
Así, y aunque "no tuvo consecuencias graves", este incidente, en opinión de Ecologistas en Acción, refleja el "riesgo inherente a seguir operando" una instalación que ha superado su "vida útil razonable".
Para operar hasta 2030, la organización ha planteado que Almaraz necesitaría al menos "dos nuevos ciclos de combustible por unidad. "El combustible nuclear debe encargarse con 18-24 meses de antelación, diseñarse a medida, fabricarse, transportarse y cargarse bajo estricta supervisión. A día de hoy, no consta ningún encargo ni planificación técnica que permita garantizar este suministro a tiempo, lo que compromete directamente la posibilidad de seguir operando en condiciones reguladas", ha dicho.
Además, cada nuevo ciclo implica "más residuos radiactivos", que deberían almacenarse en el Almacén Temporal Individualizado (ATI) "ya al límite de su capacidad, con implicaciones logísticas, económicas y radiológicas no resueltas".
También ha recalcado que prorrogar el funcionamiento de Almaraz "no es una necesidad técnica del sistema eléctrico" y que el cierre de la central está integrado en un calendario escalonado de clausura nuclear que finaliza en 2035, "precisamente para garantizar una transición energética planificada, con suficiente margen para incorporar potencia renovable, almacenamiento y regulación de la demanda".
"A día de hoy, el mix energético español ya ha superado en varias ocasiones el 50 por ciento de producción renovable, y la continuidad de Almaraz no es imprescindible ni estratégica. Alargar su operación sólo responde a intereses empresariales y al intento de trasladar a lo público los costes de mantenimiento de una instalación en declive", ha remarcado.
Por ello, Ecologistas en Acción ha exigido al Gobierno y al Consejo de Seguridad Nuclear que mantengan el calendario de cierre acordado y que "cualquier intento de prórroga sea evaluado con plena transparencia y con base estrictamente técnica, no económica ni política".