Dos de cada 10 mayores que cayeron enfermos por conavirus en una residencia de Extremadura fallecieron. En la trágica conclusión de los datos que, por vez primera, han ofrecido públicamente las autoridades sanitarias, en concreto Ministerio y Consejería de Sanidad. Son 774 vidas que, desde el 14 de marzo de 2020, se llevó por delante el Covid.
Más de 4.000 personas se han infectado en esas residencias, obligando a los centros a blindarse, evitando entradas y salidas. Entre las más castigadas, las de la Asistida de Cáceres, la COMSER de Almendralejo, las de Villafranca de los Barros, Ribera del Fresno, Berlanga o Casas de Don Antonio.
A los mayores fallecidos hay que sumar 20 personas más que también vivían en centros residenciales de la Junta de Extremadura. Hay otros 300 casos con síntomas compatibles pero que no han sido contabilizados como muertes por covid.
La vacuna ha abierto de par en par las ventanas a la esperanza, ya sólo faltan 7 centros para que los 324 que existen estén totalmente vacunados. Se calcula que las muertes se han reducido un 95% gracias a la vacuna.