Apenas quedan ya por segar un puñado de bancales de arroz en Extremadura y los agricultores comienzan a hacer sus primeros balances de campaña.
El rendimiento por hectárea, que suele estar en torno a los 8.000 kilos, se ha mermado levemente unos 500 kilos debido a las temperaturas irregulares del verano. Las temperaturas suaves del verano, junto a los días de calor fuerte que ha habido en agosto han provocado esa reducción.
Esto no ha evitado sin embargo que la previsión de producción en Extremadura se mantenga en niveles parecidos a los del año pasado, en torno a los 150.000.000 kilos.
La merma en la producción se ha podido compensar gracias al aumento de hectáreas cultivadas, 21.300 frente las 20.900 de la campaña anterior.
Ahorro de agua
Además, por primera vez los agricultores no han tenido que hacer uso de la dotación extraordinaria de agua que todos los años concede la Confederación Hidrográfica del Guadiana. Esto ha supuesto un ahorro de casi el 20 por ciento en el consumo de agua.
La extensión de la siembra directa al 90% de las explotaciones ha permitido ese ahorro, ya que con este sistema no hace falta inundar los bancales desde el momento de la siembra en abril, sino más tarde partir de mediados de junio.
La siembra directa permite además un mejor control de las hierbas, es más respetuosa con la biodiversidad y el medio ambiente y reduce los costes en herbicidas y otros tratamientos.