El concejal de Servicios Públicos y Seguridad del Ayuntamiento de Cáceres, Pedro Muriel, ha calificado de "éxito total" a esta nueva edición del festival Womad que, por segundo año consecutivo, se celebra sin botellón.
"Se han rebajado, tanto el año pasado como este, en un 90 por ciento las asistencias que se venían atendiendo anteriormente a la decisión de no hacer botellón", ha destacado Muriel con relación a las atenciones sanitarias, tras finalizar la última reunión de coordinación del festival.
En concreto, en la noche de este pasado sábado se han realizado 12 asistencias con tres traslados a centro hospitalario, mientras que en la jornada anterior se registraron el mismo número de atenciones y derivaciones a hospital. De ellas, ha precisado el concejal, una ha tenido que ver con un menor que tuvo que ser atendido.
"El nivel de asistencia es mínimo y, además, por circunstancias que tienen que ver sobre todo con caídas y cortes", ha explicado Muriel remarcando que en las ediciones en las cuales estaba autorizado el botellón en la plaza, los datos eran "más siniestros" y "muchos más menores tenían que ser atendidos".
Por otra parte, pese a que aún están pendientes de conocer el número de actas de control de estupefacientes levantadas, el concejal ha expresado la "satisfacción" del consistorio de la capital cacereña en cuanto al trabajo de las fuerzas y cuerpos de seguridad.
Cambios en el perfil del participante
De cara a las próximas ediciones del festival, Muriel ha avanzado que trabajarán para mejorar los flujos de personas que se mueven entre los escenarios en que se divide Womad. Ello se debe a que, según ha explicado el concejal, se han producido cambios en el perfil y características del público asistente, en la medida que antes este permanecía "mucho más estático" por el hecho de "reunirse en torno a un botellón", mientras que ahora se mueve mucho más entre escenarios.
Finalmente, Muriel ha querido resaltar que "el civismo y respeto" de "todos los participantes" ha sido "ejemplar", agregando que el festival ha entrado en un "proceso de madurez" en términos de consolidarse como una cita sin botellón.
