El campo se caldea al calor de las protestas en Francia y las organizaciones agrarias vuelven a hacer piña, dos años después, para retomar su calendario de movilizaciones. Las primeras protestas serán de momento, a escala regional.
Aunque aún no se han concretado fechas, La Unión ya ha convocado para el 21 de febrero una tractorada en Madrid. Según su líder regional, Luis Cortés, la protesta contará con la presencia de 500 tractores y 5.000 manifestantes.
A nivel nacional, las organizaciones agrarias mayoritarias han acordado retomar las movilizaciones en todo el país para pedir un plan de choque para el campo, aunque sin fecha concreta. "Las reivindicaciones son muchas e importantes. Tenemos un PAC que es totalmente inasumible, infumable, los agricultores y los ganaderos con unos recortes tremendos y con exigencias medioambientales difíciles de cumplir", afirmaba esta tarde Juan Moreno, de COAG.
Desde la Plataforma en Defensa de la Agricultura, Lola Guzmán añade que "el sector primario español ya ha despertado y no ha salido antes a manifestarse como los compañeros de la UE porque aquí tenemos en el cuello el yugo del gobierno y de los sindicatos agrarios".
Los agricultores reclaman cambios en las políticas de la Unión Europea y un plan de choque al gobierno frente a la crisis que vive el sector. Piden también precios justos, menos burocracia y las mismas exigencias sanitarias y "verdes" para las importaciones de países competidores.
Por su parte, el delegado del Gobierno en Extremadura, José Luis Quintana, manifestaba que "respeto a las manifestaciones, por una parte. Y, por otra parte, el Ministerio de Agricultura está trabajando con los agricultores y acompañándolos en todas las cuestiones. España tiene el gasóleo bonificado que otros países de la Unión Europea no lo tienen".
Este miércoles, protestas del sector arrocero
Unas movilizaciones que comenzará el sector del arroz, que, se concentrarán este miércoles en Don Benito. Según trasladan desde la Plataforma del Sector Arrocero Extremeño, la situación que atraviesan es complicada. Los costes de producción no paran de subir y el precio que les pagan a ellos después es insuficiente.
Los arroceros estiman que el coste de producción se sitúa entre los 82 y los 85 céntimos por kilo de arroz largo y redondo, respectivamente, y los precios que les están ofreciendo este año se sitúan entre los 43 y 50 los céntimos el kilo, bastante menos que el año pasado.
Por ello, denuncian que no se cumple la cadena alimentaria y quieren reivindicar unos precios dignos. También que la venta de este arroz se trate, de manera prioritaria, en la Unión Europea o que, al menos, se exija la misma trazabilidad al arroz procedente de países no comunitarios.