Intensa mañana de lunes la que se espera en el Tribunal Constitucional. El órgano debate si admite a trámite el recurso de amparo presentado por PP y VOX para paralizar la reforma judicial planteada por el Gobierno.
Por otro lado, PSOE y Unidas Podemos también se ha personado en la causa para evitar esta paralización de este cambio normativo con el que pretenden, entre otras cuestiones, rebajar las mayorías necesarias para elegir a los miembros del Constitucional y conseguir, de esta manera, evitar el bloqueo actual.
Unidas Podemos ha acudido a la Justicia europea para pedir, además, la recusación del Presidente del Constitucional, González-Trevijano, y el magistrado Narváez. Ambos fueron nombrados por el Gobierno de Rajoy y son considerados por la formación morada parte interesada en que la reforma se paralice. De admitirse, se pasaría de una mayoría conservadora a otra progresista.
En este sentido, según el experto en derecho constitucional, Juan Antonio Doncel, ambos magistrados estarían en contra de esta recusación puesto que, de aprobarse, supondría que perderían su mandato inmediatamente.
Doncel considera que lo que se está viviendo en el seno del Tribunal Constitucional es una situación inédita. Si finalmente aceptan la suspensión cautelar de la reforma, solicitada por PP y VOX, supondrá un hito insólito, asegura, porque el tribunal intervendría, por primera vez, en la tramitación de una ley, en lugar de efectuar su papel corrector.
Las actuaciones del Constitucional se caracterizan porque se efectúan un tiempo después de que una ley entre en vigor. Por ejemplo, la Ley del Aborto ya está en vigor y, una vez el tribunal tome una decisión, se mantendrá la norma o se retirará, en base a lo establecido por la Constitución. Es decir, su función es solventar los errores que cometen los legisladores, según nos cuenta el experto en derecho constitucional.
Si este lunes no se paraliza la tramitación de la ley, esta será aprobada, previsiblemente, este jueves en el Senado.