Una orquesta durante una actuación.
La suspensión de las fiestas patronales en Extremadura, hasta al menos el 31 de julio, agrava la crisis en el sector de las orquestas. No han podido trabajar estos meses y su temporada alta, de junio a septiembre, está en riesgo por el coronavirus.
Los trabajadores del sector de las orquestas alzan la voz para pedir ayuda. Recuerdan que el 90% de las actuaciones que realizan se desarrollan en el periodo estival, sobre todo de junio a septiembre, y las fiestas patronales o ferias son su mayor nicho de empleo.
La actividad está totalmente parada por lo que no están percibiendo ningún tipo de ingreso y la incertidumbre, a futuro, es grande. Hay muchas personas que se dedican en exclusiva a esta labor y no están, tampoco, percibiendo las ayudas previstas por el gobierno para el sector cultural.
Un sector que ya estaba en crisis
Es, además, un sector que viene arrastrando desde hace tiempo una crisis también. Hace unos años llegaban a tener 100 bolos anuales pero, ahora, están en una media de 30 o 40, salvo algunas orquestas; destaca José María Antón, que lleva toda la vida en el sector y ahora en la Orquesta 'Apolo'.
Piden a las autoridades que habiliten algún tipo de ayuda pues hay muchas familias que dependen de sus trabajos en las orquestas, de forma total, no sólo músicos. También afecta a técnicos de sonido, empresas de escenarios, de iluminación, conductores..
A la Junta de Extremadura y las Diputaciones de Badajoz y Cáceres les demandan que "respalden a los Ayuntamientos y no dejen sólo en sus manos la decisión de llevar a cabo las fiestas porque se van a echar atrás por miedo a un repunte", asegura Miriam Expósito, de 'Desigual Show'.
El hecho de que en otras comunidades limítrofes donde también trabajan estén restringiendo la actividad les afecta mucho. Es el caso de Castilla y León donde no habrá fiestas patronales en todo el verano, explica Omar Antón, cantante.
"No creo que haya más peligro en una actuación controlada, al aire libre, que en ir a una terraza de un bar o a los toros"
En cambio, en comunidades como Galicia ya se puede trabajar con unas medidas de seguridad. Por ejemplo, con dos escenarios, guardando la distancia de seguridad, sin cambios de vestuarios... "No creo que haya más peligro en una actuación controlada al aire libre que en ir a una terraza de un bar o a los toros", señala Omar Antón.
Por último recuerda que los músicos han puesto durante el confinamiento todos los medios que estaban a su alcance para que los ciudadanos sobrellevaran la situación de la mejor forma. Por eso pide que no se olviden ahora de ellos y se arrime el hombro al sector de las orquestas.