En el desempleo está una de las grandes brechas de género en Extremadura, una región que se enfrenta además a otro gran problema, la despoblación. Como posible solución a estos dos frentes, la Fundación Acción contra el Hambre lleva a cabo desde 2016 un proyecto que fomenta el emprendimiento y, especialmente, el femenino. Un proyecto que ya cuenta con ejemplos de éxito:
Aitana
Es el caso de Aitana y su familia. En plena pandemia de coronavirus dejaron su rutina en Madrid para impulsar un proyecto de recuperación del ecosistema en plena comarca de la Vera. A penas llevan 10 meses instalados aquí, pero están convencidos de que será por mucho tiempo. De hecho, asegura: “Me parece un lugar increíble, llenísimo de posibilidades sobre todo si te quieres dedicar a este sector más agrícola”.
Acción contra el Hambre
Detrás de proyectos como el de Aitana está la Fundación Acción contra el Hambre. Desde 2016 acompaña y asesora a nuevos emprendedores y, especialmente a emprendedoras como garantía de fijación de la población en la España vaciada. Según Fernando Naranjo de Acción contra el Hambre: “Son ellas las que realmente están dando el paso y son ellas las que realmente están generando ese negocio y son ellas las que están, quizá en una faceta de típico tópico, están asentado el territorio”
Chanel e Iris
A pesar de la pandemia, en 2020 la ONG impulsó 18 emprendimientos en Extremadura. Nuevos proyectos empresariales como el de Chanel e Iris. Dos hermanas naturales de Villanueva de la Serena, que han apostado por su tierra con un proyecto de base tecnológica; un mundo eminentemente masculino. Chanel Sopo: “Tengo anécdotas como ir a proveedores, a fábrica y que le hablen a mis compañeros y no a mí, y tener que decir perdona que la ingeniera soy yo, es muy complicado en ese aspecto....”
A pesar de las dificultades Chanel e Iris ven recorrido en su negocio en la región. Por eso animan a emprender, por el futuro de Extremadura.