25 Octubre 2025, 11:00
Actualizado 25 Octubre 2025, 11:00

Este domingo, 26 de octubre, España ajustará sus relojes para dar inicio al horario de invierno. A las 03:00 horas, se retrasará una hora, volviendo a ser las 02:00. Este cambio, regulado por normativa europea, se mantendrá hasta la madrugada del 28 al 29 de marzo de 2026.

Esto significa que cuando nos despertemos mañana por la mañana, nos encontraremos que le reloj marca una hora menos. El cambio horario busca un ahorro energético que hoy ya cuesta entender. Lo que no gastas por la mañana, al levantarnos con luz, lo gastamos por la tarde, porque se hace antes de noche.

El caso es que una mayoría de la población pide que se mantenga el mismo horario todo el año, aunque a todos nos les afecta igual. El cuerpo no es una máquina y necesita tiempo para adaptarse, sino que se lo digan a los más pequeños.

Mantener un horario único todo el año

La medida, que se aplica de forma coordinada en todos los países de la Unión Europea, ha sido objeto de debate en los últimos años. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha anunciado recientemente su intención de reabrir la discusión en el seno de la UE para eliminar el cambio horario estacional. Según el Ejecutivo, los beneficios energéticos son mínimos y el impacto en la salud y el bienestar de los ciudadanos puede ser negativo.

Aunque el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) no ha realizado estudios recientes sobre el ahorro energético asociado al cambio de hora, los informes disponibles indican que los efectos son marginales y difíciles de evaluar, especialmente en un contexto de nuevos hábitos como el teletrabajo y el autoconsumo energético.

El primer cambio horario en España se remonta a 1918, aunque su aplicación ha sido intermitente. Fue retomado en 1940 por el régimen franquista para sincronizar el horario con el de Alemania y otros países europeos. Desde entonces, se ha mantenido como práctica habitual, especialmente tras la crisis energética de los años 70.