Con la crisis del COVID-19 se ha popularizado el uso de ozono como desinfectante, pero atención, las empresas de salud ambiental lo tienen claro. Su uso, hasta la fecha, no ha sido autorizado por Europa como virucida y es peligroso, dicen, para la salud ya que puede causar serios problemas de respiración. Advierten, además, del instrusismo que están soportando. "Hay empresas o personas que están realizando desinfecciones y sin estar autorizadas. Solo pueden realizar este tipo de tratamientos aquellas empresas que estén inscritas en el registro oficial de establecimientos y servicios biocidas.", ha explicado la presidenta de la Asociación Nacional de Empresas de Salud Ambiental, Milagros Fernández.
Una de esas empresas que sí está correctamente registrada es GTSA en Mérida que realiza estos días más de una decena de desinfecciones semanales. No utilizan ozono y tampoco lo recomiendan. Critican lo que están haciendo algunos negocios. "Se compran una maquinita de ozono y la gente se piensa que con eso se están haciendo desinfecciones oficiales y garantizadas y la verdad es que no es así", dice el trabajador técnico de desinfección, José Carlos Pérez, que nos detalla que el tratamiento ha de hacerse con "una nebulización con productos certificados... y se nebuliza toda la superficie, asientos, mesas de trabajo... dependiendo de donde se trabaje... en este caso... zonas comunes de un edificio de viviendas. Luego se emite un certificado diciendo que se ha hecho la desinfección y qué productos se han utilizado." Virucidas, dice Pérez, todos registrados en sanidad para garantizar la desinfección.
