El paro sigue siendo una de las desigualdades que sufre la mujer en Extremadura. El dato más reciente, de febrero, es bastante elocuente. De todas las personas desempleadas de nuestra región más del 63 %, casi dos tercios, fueron mujeres, frente a un 36% de hombres.
Esa brecha se ha mantenido en el tiempo. La evolución de la tasa de paro de la Encuesta de Población Activa en las últimas dos décadas lo deja patente. Claramente se aprecia esa distancia entre hombres y mujeres que varía muy poco año a año con acercamientos puntuales pero que no llega a romperse. La tasa femenina, por encima del 21 por ciento, sobrepasa hoy día en más de siete puntos a la masculina. El problema persiste.
Un experimento realizado en 2019 concluyó que la probabilidad de contratar a una mujer es un 30% menor cuando dispone de un curriculum idéntico al del hombre. Por lo tanto, deja claro que la discriminación laboral hacia la mujer comienza ya desde la búsqueda de empleo.
"Competir en el mercado laboral tiene ciertas cargas sexistas que tenemos que superar"
Según la socióloga Teresa Alzás "optar a un puesto de trabajo, competir en el mercado laboral tiene ciertas cargas sexistas que tenemos que superar. El truco son curriculum sin nombre, de manera que podamos competir en igualdad de condiciones y salir desde el mismo punto de partida y el sexo no marque las posibilidades para que me llamen para una entrevista de trabajo".
Es solo el inicio de una cadena de discriminaciones en el mundo laboral que hacen que el paro femenino siga siendo más abultado que el masculino.
Lola Manzano, Secretaria de Mujer e Igualdad de Comisiones Obreras Extremadura, recuerda que a las mujeres "mantenernos en el empleo nos cuesta mucho, simplemente por el hecho de ser mujeres. Somos las que más reducciones de jornada nos pedimos, las que más excedencias nos pedimos... Eso nos cuesta reducir nuestro salario y nos perjudica en nuestra jubilación el día de mañana".
Desde UGT Extremadura, su secretaria general, Patro Sánchez asegura que "los trabajos más feminizados son sectores en los que se cobra bastante menos, hablamos del campo, del sector de cuidados, la hostelería, los servicios, trabajos que siempre mayoritariamente los ha realizado la mujer y están peor remunerados".
La responsabilidad de los cuidados
Los cuidados siguen recayendo mayoritariamente sobre la mujer y eso lastra su desarrollo laboral.
Por eso desde UGT reclaman que "tiene que haber una red de servicios públicos, tanto en atención de mayores como de los pequeños para que la mujer no se tenga que quedar en casa".
"Estamos pidiendo a gritos un pacto de Estado de cuidados"
Mientras Comisiones Obrera plantea que "para que la mujer siga permaneciendo en el puesto de trabajo y poder acceder al puesto de trabajo sin suelos pegajosos ni techos de cristal desde CCOO estamos pidiendo a gritos un pacto de Estado de cuidados".
Los sindicatos insisten también en incluir medidas de igualdad en los convenios colectivos y desarrollar planes de igualdad en las empresas, pero la educación sigue siendo la base para terminar con todas estas discriminaciones.
Según Teresa Alzás "el primer paso es aceptar nuestra realidad y dejar de cuestionar que el sexismo no existe, porque existe, está ahí los estudios lo demuestran y a partir de ahí desarrollar política, conciencia social, y en los ámbitos educativos y al final es educar y formar y formar parte de una sociedad mucho más tolerante, solidaria y respetuosa"