El primer secretario del Partido de los Socialistas de Cataluña, Salvador Illa, ha sido investido presidente de la Generalitat con los votos de los 42 diputados de su grupo parlamentario (PSC-Units), los 20 de ERC y los seis de En Comú, que suman los 68 escaños que representan la mayoría absoluta de la Cámara. El resto de grupos han votado en contra.
El pleno de investidura en el Parlament de Cataluña había comenzado este jueves con normalidad, aunque marcado por la tensión en torno al regreso de Carles Puigdemont a España. Salvador Illa, candidato del PSC a la presidencia de la Generalitat, ha iniciado su discurso defendiendo los pactos alcanzados con Comuns y Esquerra. En su intervención, ha abogado por una Cataluña "abierta y plural", comprometida con una "España plurinacional" y una Europa federal. Illa también ha insistido en la necesidad de aplicar de manera "ágil y sin subterfugios" la Ley de Amnistía, y ha pedido el restablecimiento pleno de los derechos políticos en Cataluña.
El regreso de Puigdemont
Al mismo tiempo, la presencia de Puigdemont ha añadido incertidumbre a la sesión. El expresidente catalán ha aparecido esta mañana en el paseo Lluis Companys, donde ha sido recibido por numerosos independentistas convocados por Junts, antes de pronunciar un discurso en el que ha reiterado que la realización de un referéndum "no es delito". Sin embargo, su paradero es actualmente desconocido, lo que ha llevado a los Mossos d'Esquadra a activar la 'Operación Jaula', un operativo de seguridad para localizar a personas huidas.
Se busca un coche blanco, las carreteras están cortadas, y dos Mossos han sido detenido por presuntamente, ayudar a Puigdemont en su huida.
Reacciones en Extremadura
De vergüenza y esperpento han calificado desde la Junta de Extremadura la llegada de Puigdemont. El consejero de la Presidencia, Abel Bautista, ha advertido que la investidura de Salvador Illa tendrá efectos negativos no solo para nuestra región, sino para otras comunidades.
Por su parte, la líder de Unidas por Extremadura, Irene de Miguel, le califica de ridículo y patético por no respetar, dice, a una institución como a los Mossos de Escuadra. Y asegura que, con su actitud, se ha retratado como un ególatra y un cobarde.